“Asistimos a un cambio de paradigma con respecto a la vigilancia”, evaluó en diálogo con INFOnews la licenciada en Comunicación Social y especialista en redes Beatriz Busaniche, integrante de la Fundación Vía Libre. “En el siglo XX lo que conocíamos como inteligencia tenía más que ver con el seguimiento de alguna persona en particular por una razón política, económica o lo que fuera. Ese tipo de vigilancia se sigue haciendo, pero el cambio de paradigma tiene que ver con que ahora recolectar datos y procesarlos es mucho más económico. Las posibilidades de capturar datos están a la orden del día tanto para el Estado como para las empresas”.

Busaniche, que además es Public Leader de Creative Commons en Argentina y fundadora de Wikimedia Argentina, precisó que hay empresas clave en este sentido, como las empresas de telefonía celular, que “tienen un nivel increíble de retención de datos de cada uno de los usuarios”. Como ejemplo basta con ingresar a Youtube y ver la charla TED que dio el alemán Malte Spitz, un usuario que le pidió por escrito a la empresa T-Mobile que le entregara los datos que le había retenido durante seis meses y, solamente con la información que la empresa le proporcionó -una marea de datos en crudo apenas separados por comas- pudo construir una infografía de toda su vida durante esos seis meses.

“También una recaudación masiva de datos las redes sociales, especialmente Facebook”, señaló la especialista, y agregó: “No solo información del usuario y de sus relaciones e incluso lo que estás leyendo cuando no estás en Facebook. Si estás leyendo un diario, un blog y le das un ‘me gusta’, automáticamente esa información va a tu perfil”.

Esta recolección permite “segmentar y vender audiencia a los anunciantes, que es lo que hacen empresas como Facebook y también Google, que te ofrecen servicios gratuitos. Cuando en la red te ofrecen un servicio gratuito, es porque vos sos el producto. El usuario no es el cliente de Facebook, es el producto a la venta. Esa es la cuestión que no se ve, que no está transparentada. Nuestros datos, nuestros perfiles, la posibilidad de hacer profiling para venderlo como producto, es el negocio”.

En el caso de Google, el manejo de datos salta a la vista de una manera sencilla: los avisos publicitarios que aparecen en Gmail están vinculados a los que el usuario escribió en el cuerpo de algún correo. Por ejemplo, si alguien envió y recibió muchos correos relacionados a la provincia de Mendoza, es probable que una de las publicidades esté vinculada al turismo en esa provincia.

Para un usuario desprevenido puede parecer una indignante revelación, ya que es la evidencia de que Google tiene acceso lo que se escribe en los correos personales. Sin embargo, ese usuario lo aceptó al abrir la cuenta. ”Cuando vos revisás los términos de uso de Gmail, ellos te avisan que van a usar los contenidos de tus correos para ofrecerte publicidad segmentada y dirigida”, indicó Busaniche, que recomienda “empezar a leer los términos de uso de lo que uno acepta”.

“Cuando en la red te ofrecen un servicio gratuito, es porque vos sos el producto”

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