Michaela Gloeckler – Conferencia 16 de julio de 2013

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Muy buenas noches. Queridos amigos, realmente me da mucha alegría ver que han llegado tantas personas para esta temática del habla.

¿Para qué sirve el habla? En primer término es un medio de comunicación, y también es un instrumento para poder aclararse el propio pensar. Nos gusta tener conversaciones con nosotros mismos, nosotros nos aclaramos cosas a través del habla y nos damos cuenta cuando encontramos las palabras para algo y salimos de esta falta de palabras, de habla, entonces nuevamente nos sentimos dentro de lo humano. Cuando uno ya no encuentra palabras uno está en lo último y lo conocemos de los mal llamados fenómenos de regresión, por ejemplo cuando las personas conversan, puede pasar en parejas, entre amigos, compañeros de trabajo de pronto cae una palabra que al otro lo irrita. Es decir, cae una palabra que irrita, el otro reacciona irritado, devuelve el primero con algo de emoción y esto se hamaca cada vez más hasta que uno llega a la violencia verbal. Luego el otro nos dice algo donde a nosotros se nos acaban las palabras o tendríamos que contestar más feo aún. Entonces estamos en ese momento de peligro en el que en vez de hablar podemos tomar el florero o la botella de cerveza para arrojársela al prójimo, o lo menos peligroso es salir corriendo a la puerta y pegar el portazo. Regresión llamamos en este caso a caer a una etapa de desarrollo anterior. Primero uno habla desde el pensamiento y el alma está amenamente afinada. Y cuando el habla desciende de ese nivel y se vuelve un instrumento de la pelea entre uno y otro entonces esto funciona tanto como el otro anímicamente lo aguante y si uno de ellos se descompensa, uno baja un escalón más y se vuelve lenguaje corporal.

A través del habla interpretamos pensamientos, el habla arquetípica son los pensamientos. Esto lo pueden realizar todos los seres humanos sobre el planeta, saben pensar. Y cada cual traduce los mismos pensamientos a su lengua. Por eso los jóvenes que están aprendiendo a pensar también son creativos en el habla, ellos crean su propio lenguaje juvenil o hay un lenguaje de la familia, palabras que solo se entienden en esa familia. Yo vengo de Suiza y en cada pueblito el dialecto es un poco diferente, con algunas palabras que se entienden solo en el valle del Emmental, y ya en Basel es bien diferente. ¿De dónde viene esto? Porque el habla reside en el sentimiento y el sentimiento es personal. Nosotros nos expresamos en forma personal, son los mismos sentimientos que se individualizan a través del sentimiento. Y los lenguajes se desarrollan de tal forma como las personas sienten y le dan el sentimiento.

Michaela Gloeckler

Es muy interesante estudiar el desarrollo del habla en la humanidad. Por ejemplo África es el continente con más lenguas, pero es una cultura que no escribe. Y en el ambiente chino donde se ha comenzado a escribir tan tempranamente, la gente puede escribir con los mismos grafismos en todo el imperio pero se pronuncian de modo diferente, quiere decir que las personas leen el mismo diario pero lo pronuncian de distinta forma. Quiere decir que el idioma, la lengua arquetípica son los pensamientos que luego interpretamos a través de un lenguaje determinado, le damos esa nota tan personal a través de la entonación, del sentimiento, de la melodía del habla, y luego existe el lenguaje corporal. Todo lo que está modelado de alguna forma tiene expresión, si miramos esa imagen en la pared: Los niños en el horno, esto expresa algo en donde cada uno de nosotros podría contar qué es lo que se ve allí. Si llegamos a la India y alguien hace así (mueve la cabeza con el gesto que expresa “no” en nuestra cultura), como europeo uno está irritado y cree que a uno le dicen “no” todo el tiempo, pero eso quiere decir “sí” en la India. Si alguien está de acuerdo con uno le hace todo el tiempo así (mueve la cabeza como diciendo “no”). Es decir que nuestra decodificación del lenguaje corporal puede estar un poco irritada, al igual que cuando no entendemos una palabra. Estamos contentos de que el cuerpo no mienta, hay personas que juegan a…, o que uno se da cuenta de que no es auténtico. Es decir que si uno lo ve en forma seria todo habla. Por ejemplo el marrón de esa pared de madera me habla diferente a mi sentimiento que el azul, y yo puedo decir qué es lo que me dice eso. O las formas por ejemplo, si todo fuera cuadrado tendría otra reacción emocional o sensoria en mí. ¿Por qué digo todo esto? Porque si nosotros reflexionamos acerca de la estimulación del habla, qué debiéramos hacer para que los niños aprendan a hablar bien, debemos mirar a nuestro entorno, qué imágenes, qué cualidades hablan al niño. Porque así como está constituido ese entorno, así se expresa la voluntad del niño. Si miro el entorno puedo darme cuenta cómo es la voluntad de las personas que han hecho ese entorno.

Visité La Morada y cada esquina está modelada está preparada con amor porque es una institución que educa, uno lo ve enseguida, uno va caminando entre los diferentes espacios y se da cuenta qué es lo que sucede allí. Lo sumo a esta pequeña introducción: todo habla. Si queremos nosotros concientizar qué es el habla, debemos saber que la voluntad habla sin palabras, a través de los hechos, el sentimiento, la melodía, el fluido del habla se percibe claramente. Y el pensar sale por arriba de la esfera del habla a la imagen, a las leyes de la naturaleza, a las leyes de lo humano. Hay leyes naturales, hay leyes morales que yo solo puedo pensar. Para ello busco formas adecuadas de cómo se puede expresar, cómo se puede decir.

Hay un lema muy lindo de Rudolf Steiner, donde él incluye todos los planos del habla y cómo el ser humano puede incorporar el ser del habla. Lo vamos a decir ahora al comienzo con mi ayuda, y luego lo volveremos a decir al final para poder comprender por qué es tan importante la educación del habla. Rudolf Steiner dio este lema para el 5to. grado de la escuela Waldorf donde en el curriculum se ve a los griegos y los romanos y se estudia cómo han hablado el griego antiguo y un poco de latín. Y este lema debe ser dicho antes de tener la clase de idioma, griego y latín.

A quien comprende el sentido del habla,
se le revela el mundo en imágenes.

Estoy en el plano del pensamiento.
A quien escucha el alma del habla,
se le abre el mundo como ser.

Aquí habla de los seres, aquí llego al plano emocional.
A quien vivencia el espíritu del habla,
le regala el mundo la fuerza de la sabiduría.

Estoy en el plano de la voluntad. Vivencio el azul, vivencio el marrón ,vivo el espíritu que se expresa a través de las acciones. En todo viven leyes que se manifiestan a través de los sentidos, entonces vivencio el espíritu de los sentidos, de lo sensorio y busco la verdad, busco la ley y me vuelvo sabio, y aprendo a manejar formas y colores porque manejo las leyes.

A quien pueda amar el habla,
ella misma le otorga su propio poder.
Así quiero dirigir el corazón y el sentido
hacia el espíritu y el alma del verbo,
y en el amor hacia él
percibirme del todo a mí mismo.

El habla también tiene mucho que ver con nuestra propia identidad. Solo cuando comprendemos realmente al otro ser humano, o si nos sentimos entendidos podemos abrirnos verdaderamente. Se genera mucha desconfianza porque no nos entendemos.

Logos, plano del yo, plano anímico, plano etérico, plano físico

Si miramos el plano físico del hablar, entonces estamos en el plano de la articulación. Hoy en día en Europa cada cinco niños uno tiene dificultades de articulación, especialmente aquellos que crecen con mucha computadora y televisión. Y ya hay trabajos científicos que hablan de la demencia digital, porque se ha comprobado que cuanta más información llega a uno que no es realmente trabajada, demasiado rápido, demasiada, superficial; y viene fácil, sin trabajo, no me tengo que esforzar intencionalmente, no tengo que percibir activamente, eso como que me arrolla pasivamente. Y muy a menudo la vida familiar es muy pobre en el habla, o se habla mucho y muchas veces se dice lo mismo, o se habla muy emocional. Lo interesante entonces es mirar la televisión, comer papas fritas y tomar algo. Uno se vuelve cada vez más gordo y cada vez más tonto, los médicos tienen mucho para ganar. Y cada vez hay más escuelas de apoyo porque los maestros tampoco saben qué hacer con estos niños. Suena un poquito extremo y chistoso, pero como pediatra uno se hace muchos problemas, porque uno sabe que el pensar, la inteligencia que uno necesita para conducir su vida, es un hijo del habla. Si la adquisición del habla no se da en forma activa, el cerebro no se estructura para poder pensar autónomamente. Entonces tenemos una cultura de la dependencia, de imágenes, de slogans, con marcas, de costumbres y sobre todo de autoridades. Necesitamos asesoramiento para todo y los asesores malos a uno lo vuelven dependiente de por vida, así como médicos o psicólogos malos, uno no se los saca de encima nunca, son esos que dicen: “tenés esto, tenés lo otro, en cuatro semanas te quiero acá otra vez”. Porque uno no ha aprendido a tomar su vida activamente en sus manos.

¿Qué es lo que ayuda para una buena articulación? A través de las consonantes puedo expresarla actividad, el aspecto volitivo del habla. Aprender a decir consonantes quiere decir usar la voluntad. Falta la fuerza de la voluntad. Las consonantes son un instrumento que permite hacer entrar la voluntad en el habla y las vocales permiten que entre el sentimiento. Hay personas que hablan de manera monocorde todo el tiempo y uno no se da cuenta ni lo que quieren decir porque todo es igual, o muy alto o muy bajo y uno se da cuenta que es meramente intelectual,que ellos no entran en el habla con su empatía, su sentimiento, queda todo como exterior, superficial. Uno no puede escuchar para llegar al alma del otro, por eso era obligación de la primera escuela Waldorf de Stuttgart que todos los maestros hagan formación del habla. Marie Steiner lo hacía, ella personalmente (imita ejercicios de habla). Ella tenía un maestro de clase desde 1er. grado hasta 8vo. que hacía ejercicios de habla, y en su clase no había niños con trastornos del habla. Asimismo los que ceceaban lo aprendieron muy bien, y también los que tartamudeaban lo perdieron cuando empezó la secundaria. Los padres deben ser conscientes de cómo se habla, cómo se modula. Y lo que yo digo debo creelo de verdad, y lo que yo creo debo decirlo. Entonces los niños se vivencian tomados en serio, se sienten hablados, escuchados, nombrados, si no es así el alma se queda vacía, se cae.

Si vamos al plano de lo vital, de lo etérico, entonces el habla se vuelve un proceso, ejercicio, ritmo. Uno aprende poesías, ejercicios del habla. Uno practica hábitos, cómo saludarse por ejemplo. Toda la ritualización del habla es un proceso. Aprendemos con los niños oraciones y lemas que ellos no entienden. Por ejemplo mi madre rezaba con mi hermano que tenía dos años, de noche la oración “De la cabeza a los pies” y un día el pequeño se levantó luego de la oración, saltó sobre la cama, saltó sobre las almohadas y dijo “lindo es esto”, aunque seguro no entendió la imagen de Dios. Pero el sonido y la veracidad y la seriedad con que mi madre lo decía, él lo encontraba lindo y más adelante uno empieza a comprender. Y estas palabras que han resonado en la temprana infancia en un momento difícil pueden a uno hasta salvarle la vida, lo han acompañado a uno como un ángel de la guarda, a veces a uno le bajan esas palabras como mandadas del cielo. Pero si uno no las ha escuchado o no lo suficientemente que no se han vuelto parte de la vida a uno esas palabras no lo pueden sostener. Un buen vocabulario una cultura del habla rica es un capital para toda la vida, uno aprende a moverse en cualquier tipo de sociedad. Es una pregunta del escuchar, del percibir y luego del hablar, si niños de dos años o año y medio aprenden a hablar, podemos observar cómo el aprender a hablar comienza con el escuchar. Ya en el 5to. o 6to. mes de embarazo los niños oyen, muy tempranamente se desarrolla esto. Escuchan el rugido de la sangre materna, el ritmo, el pulso de la aorta grande y luego las melodías del habla, de ahí viene la expresión “lengua materna”, eso lo conoce el bebé desde el embarazo y escucha uno a dos años antes de comenzar a hablar, una buena habla se forma en la escucha.

Si yo hablo sin saber lo que el otro quiere escuchar no es necesario que yo hable porque al otro no le va a interesar, entonces el habla se vuelve un exhibicionismo verbal. Yo acá me expreso y los demás me toleran. Pero si trato de encontrar qué es lo que le interesa al otro, qué es lo que necesita el otro, si pregunto o soy preguntado y vuelvo a escuchar la pregunta y con mi mejor conciencia contesto, entonces se genera la comprensión. Ahí entramos en el plano de lo anímico, donde se trata de la comunicación, donde uno quiere realmente entender al otro. En este plano se practica el escuchar y el hablar. También está aquí la disposición para la violencia. Se ha comprobado que criminales juveniles están en la etapa del habla de un niño de 4to. grado, quiere decir mucha agresión, quizá un buen intelecto, la energía criminal es intelectual pero no hay cultura del habla.

En Japón existe una cárcel budista para jóvenes donde se los ha vuelto a insertar haciendo meditaciones budistas de la cultura japonesa. En Estados Unidos hay una escuela comunitaria en Sacramento, ellos tienen a estos jóvenes entre medio año y cinco años, durante el día y de noche duermen en la cárcel, allí la disciplina es muy complicada. Por eso la dirección de esta escuela se dirigió al Seminario Waldorf ahí en Sacramento y les preguntó: “nos pueden ayudar con un curriculum para estas personas, se nos van todos los profesores, casi no lo podemos aguantar”. Y se hizo un curriculum con mucho arte, se les dio una flauta a los criminales, muchos nunca habían cantado, ni hablar de hablar con palabras nobles. Y esto los impresionó muchísimo, tocó algo en su alma que hasta ese momento dormía. Cuando se acababa el tiempo y podían salir de la cárcel representaban y hacían una muestra a sus padres y maestros de lo que habían aprendido. Y a los padres les caían las lágrimas cuando veían a sus hijos recitar, tocar la flauta.

La comunicación tiene la capacidad de poder llamar a algo más elevado a través del habla, si soy sincero con el otro, si lo quiero entender, si respeto su libertad, es decir cuando uno se siente hablado humanamente, entonces uno percibe la verdad de esa frase que dice “donde están dos o tres reunidos en mi nombre…”. Si uno es sincero con el otro entonces la búsqueda de la verdad está entre nosotros. Si yo me intereso con amor por el otro, está el amor entre nosotros. Y si respeto la libertad y no paso ningún límite, entonces hay libertad entre nosotros. “La verdad os hará libres”, Jesús nos dice “Ustedes deben ser nuestros amigos”, somos amigos de Jesús. Si nosotros sentimos esta cultura fraternal, este respeto que no está atado a un coeficiente intelectual sino al ser del otro ser humano, entonces Él está entre nosotros, entonces nos habla el logos, entonces cada conversación se vuelve creativa, algo sucede. Se encuentran nuevas soluciones, uno se inspira, uno consuela. Cada relación humana se vuelve demoníaca o mala si no soy sincero, si le muestro una máscara al otro y detrás hay otra cosa y si no me intereso, si no tengo respeto por la libertad. Falta de interés, la falta de respeto y la mentira son lo que mata cualquier relación. Matan toda buena relación, porque ahí empiezan a trabajar los demonios. Es decir que a través de las palabras nosotros también llamamos a entidades, las palabras no son nada, ellas siempre denominan una realidad, así como nuestros pensamientos siempre tienen algo real en sí. Y luego pasamos al plano de Dios.

A través de las palabras podemos llamar la atención de que tenemos un ser espiritual, podemos despertar dimensiones espirituales. Por ejemplo el filósofo Fichte siempre en el primer semestre hacía un ejercicio con los estudiantes, decía: “Buenos días, mis señores, miren aquí esta pared, es azul, con una cortina, mírenlo, ahora cierren los ojos represénteselo”. Es increíble que lo tengamos en nosotros, lo que antes era exterior. Y ahora viene el tercer paso: ahora piénsenlo. Entonces uno se imagina la pared. A través de palabras puedo señalar una experiencia espiritual, es decir puedo despertar este plano espiritual del plano de los pensamientos. Y puedo estar atento a algo que antes también tenía pero no era consciente. Lo llamamos la metaconciencia en la psicología educacional. Comienza con nueve años, antes de los nueve años los niños hablan y piensan como un pez en el agua, y a partir de los nueve se dan cuenta, “ah, soy yo el que tiene los pensamientos”, de pronto no se puede ver desde afuera, y si esto uno lo duerme entonces más adelante puedo despertar esta conciencia a través de este ejercicio. Todos los poetas grandes conocen este plano espiritual, que la identidad humana es lo que es mi nombre, pero es determinante qué es lo que significa “Yo soy yo”. Y grandes poeta como Juan Ramón Jiménez o Goethe o Schiller, muchos otros, sí se dan cuenta que está este otro. Schiller lo llama “el ser humano ideal”. El nuevo testamento habla del segundo nacimiento, puramente del espíritu. Ahí despierto espiritualmente hacia mí mismo y puedo decir entonces como dice Juan Ramón Jiménez:

Yo no soy yo.
Soy este
que va a mi lado sin yo verlo;
que, a veces, voy a ver,
y que, a veces, olvido.
El que calla, sereno, cuando hablo,
el que perdona, dulce, cuando odio,
el que pasea por donde no estoy,
el que quedará en pie cuando yo muera.

Este otro no puede morir, él es un nacimiento para el espíritu y el habla me ha mostrado el camino para ese despertar en el pensar. Hay una linda leyenda que expresa esto de un ser humano que se ha propuesto algo para cuando él muera, se propone decirle a Dios qué terrible es la vida aquí en la tierra, si es que Dios existe, y se muere y Dios existe. Entonces este ser le pregunta a Dios si tiene idea realmente del sacrificio que nos lleva vivir la vida. Entonces dice Dios: “Veamos en verdad ¿fue tan terrible?” y luego ve toda la vida delante de sí. Entonces Dios le muestra que siempre al lado de sus huellas había otras dos huellas, “yo siempre te acompañé, pero a vos ni te interesó”. Entonces está bastante acongojado y por bastante tiempo ve solamente una huella y le dice “ves este es el tiempo terrible en que yo quise suicidarme, y peleé tanto contigo, ahí me abandonaste” y Dios le dice: “no, ahí te cargué”. Es una muy linda imagen para ver cómo lo pensante espiritual sostiene.

Así como el habla sostiene y trasmite el pensamiento, así todos somos sostenidos como seres espirituales por los pensamientos. Los pensamientos son nuestra vida eterna, no se rompen, son reales, sostienen nuestra vida aunque ni lo pensemos. Que hoy nosotros nos encontremos acá es porque lo pensamos, porque lo organizamos. Todo esto es un pensamiento realizado. Y a veces el otro dice “vení” y despierta el pensamiento a través del habla. Las palabras despiertan la identidad espiritual, por eso existen meditaciones como esta: El que no muere antes de morir, se descompone cuando muere, esto lo dijo Meister Eckhart, un místico medieval. Es decir que si no me doy cuenta acá en la tierra durante la vida que soy un ser espiritual, entonces cuando me muera tampoco lo voy a saber, entonces simplemente me voy a dormir. Si yo despierto a este plano y encuentro palabras para ello porque despierto los pensamientos entonces puedo conservar mi conciencia después de la muerte. Es decir que la segunda muerte sería como el dormirse cuando en la vida uno no quiere el segundo nacimiento. Rudolf Steiner dice que cuando uno duerme después de la muerte uno quiere volver rápidamente porque uno no puede hacer demasiadas experiencias allí. Uno quiere rápidamente volver y esta es una de las razones de la superpoblación de este tiempo materialista, los seres humanos quieren volver rápido, rápido para despertar, lamentablemente muchas veces a través de miseria, de dolor.

Luego tenemos un quinto plano: la sabiduría del mundo es lo que religiosamente, desde la religión llamamos el logos, en la creación del mundo, es decir es aquel plano al que ascendemos, donde están nuestros pensamientos, nuestros sentimientos y nuestras intenciones de acción, donde nosotros decidimos acerca de nuestra identidad desde nuestros puntos de vista, donde nosotros decidimos cómo queremos cuidar nuestras relaciones, cómo conducimos nuestra vida, cómo modelamos nuestro entorno. Es decir que depende de nuestra mirada del mundo y también este es un problema del habla cómo miro yo al mundo, cómo el mundo me habla a mí.

Quiero hacer aquí un pequeño corte y preguntarles por qué llegaron hasta aquí hoy a la noche y qué es lo que todavía están esperando y están extrañando. No quiero solamente hablar del habla, sino hablar con ustedes. Si tienen preguntas o quieren que hable de algo determinado en la próxima media hora, me alegraría.

Preguntas y respuestas:

– Para mí es importante saber cómo el lenguaje hoy, que se va perdiendo y que se va vaciando de contenido, cómo influye en las enfermedades que están apareciendo.
– Es así, esta pérdida del habla de la cual todos nos quejamos y que encima es fomentada por los medios, también genera muchas enfermedades porque en realidad se trata de una pérdida de la cultura y es más grave en el plano de las relaciones, donde se generan elementos negativos que llevan a formas del habla emocionales que día a día nos enferman, nos ofenden y le dan color al habla. Sabemos ahora que los sentimientos negativos, la violencia verbal dañan el sistema inmunológico. Las buenas palabras, el hablar amoroso, los sentimientos positivos fortalecen el sistema inmunológico. Y la terapia del habla tiene la mayor indicación en la depresión, no hay otra terapia artística que ayude más en la depresión que la terapia del habla. La depresión es una enfermedad en epidemia y también un resultado de este deterioro del habla. ¿Qué es un sentimiento de depresión? Es un sentimiento que no comprendo, para lo cual no tengo palabras. Porque si yo lo comprendiera podría trabajar con ello, pero como no lo entiendo hablo con un montón de personas siempre en círculo y si alguien desistió y me dijo que no, sigo hablando con otro y sigue y sigue…

– Buenas noches, quería preguntarle qué opina de criar a los chicos bilingües o trilingües y sobre todo cuando cuando uno de los padres que imparte el idioma al hijo no es nativo, si hay herramientas para compensar esa falta de naturalidad.
– ¿Cuántos años tiene ese chico?
– En general, en este caso desde el nacimiento.
– Esta es una pregunta muy importante para un lugar como este. Conozco una argentina que se crió con los dos idiomas. Con los padres hablaba alemán y con la niñera hablaba castellano, desde el comienzo. Ella luego me dijo: yo con mis niños lo he hecho diferente, me casé con un argentino y hablamos solo castellano. Y luego mandé a mis niños a un jardín de infantes bilingüe, y yo le pregunté porqué. Dijo que ella se dio cuenta de que a cada lengua le corresponde una gramática y a cada gramática le corresponde una forma determinada de pensar. Hay una lógica arquetípica y si yo no me siento en casa en ninguna de estas lógicas tengo dificultades para aprender a pensar. Y ella decía que tenía problemas de identidad, toda la vida “soy alemana, soy argentina ¿a dónde pertenezco? La forma en que uno reflexiona sobre sí mismo tiene que ver con la identidad. Por eso mi consejo es, si se puede, si las condiciones lo permiten, que se hable un idioma con el niño, en especial la persona con más contacto con el niño, la familia (los demás pueden hablar cómo quieren), por ejemplo la niñera, los padres, los hermanos, hasta decir “yo” porque allí comienza el yo, cuando el niño puede decir “yo soy yo” comienza a pensar, porque ha despertado en el plano superior del habla. Y se da cuenta de que cada idioma es una interpretación. Y después se pueden tener varios idiomas está bien, hasta fomenta la inteligencia. Individualidades fuertes aguantan o toleran varios idiomas desde el comienzo pero es más bien la excepción. Y si uno es un poquito tierno en su autoestima sueña en castellano, calcula en alemán, charla filosóficamente en alemán, sobre la vida en castellano y no tiene una identidad cerrada, y eso debilita. Es decir la lengua, el habla despierta el yo, así como también despierta para los pensamiento, para el mundo espiritual. Por eso les recomiendo a los padres, aunque uno de los dos no hable bien español o hable con acento que se esfuerce por quedarse en ese idioma, si los dos realmente lo quieren así porque para el niño es lo mejor que la lengua venga del corazón y mejor dos idiomas y de corazón, porque la lengua del corazón es una sola. Si uno de los dos habla su lengua materna y el otro siempre está sufriendo porque no puede hablar así, también es muy bueno para el niño cuando ve que la mamá o el papá practica en la lengua del país, porque quiere estar en casa en este país y le sale cada vez mejor, el chico también se da cuenta si mejora el habla de la mamá. Y despierta la conciencia cada error, por eso la escuela es algo tan lindo porque suceden allí tantos errores, y cada error es el comienzo para un aprendizaje auténtico. Si yo mismo aprendo de mis errores me duele y no me lo olvido, si yo aprendo de los errores de los demás no me duele tanto pero también aprendo. Si yo creo que tengo que hacer todo bien ahí no aprendo, entonces empiezo a engañar y esa es la gran escuela de la corrupción. Si a mí me preguntan de dónde viene la corrupción les digo que viene del sistema escolar actual, porque desde pequeñitos queda bien no hacer faltas, copiarse del que sabe, generar una imagen que no es veraz y queda bien, y uno se ríe de los maestros tontos que no se dan cuenta y lo peor es cuando los maestros siguen ese jueguito, entonces la corrupción es perfecta. Todos lo saben, todos lo hacen, y nadie quiere cambiar nada. La verdad se fue de vacaciones y con ella también todas las relaciones humanas buenas y la salud de la sociedad.

– Quería agradecerle. A mí me impactó mucho cuando usted habló de la influencia del entorno cuando el niño aprende a hablar y aprende a verbalizar. Mi pregunta concreta es: yo tengo un hijo de ocho años con capacidades diferentes, mi pregunta es: él habla verbaliza y se comunica efectivamente pero ¿qué puedo hacer yo, desde mi entorno familiar para mejorar esa capacidad de él de su lenguaje? Tengo en mente el tema de los cuento y de los ritmos porque le leo cuentos rítmicos y quisiera saber qué otro consejo usted me puede dar. Y aparte por decisión mía familiar no decimos en casa malas palabras, que tiene que ver con lo que el niño capte o entienda.
– Lo más importante es tener tiempo para hablarles a los niños y leer cosas adecuadas a la edad del niño. No hay ningún ámbito que supere a este, sobre el que Rudolf Steiner ha dado tantas indicaciones como el habla y la cultura del país. Ya en primer grado el maestro debe preguntar a los niños qué han vivenciado hoy en el camino hacia la escuela y tres o cuatro pueden contar algo. Porque el habla no comienza solamente en el escuchar sino también en el percibir, en el mirar, qué es lo que veo, cómo me impresiona lo que veo. Que cuenten lo que vivencian, lo incosciente, lo semiconsciente, ponerle palabras, alegrarse cuando uno recuerda algo y lo puede decir. Y traerles cuentos que a los niños les hagan función de espejo. En 1er. grado son los Cuentos de Hadas. Los grandes místicos, como Angelus Silecius lo sabían, por eso dicen “si yo fuera un rey y no lo supiera no sería un rey”. Cada yo es un rey, en cada cuento el ser humano se desarrolla hacia un rey, hacia una conciencia de yo. Toda la vida está a mi servicio para que yo me pueda dar cuenta de quién soy, la vida es un cuento. Y en algún momento me doy cuenta: soy un rey que me autogestiono, tengo que dirigir mi propio reino, soy independiente, soy mi jefe. Y en el 2do. grado relatamos Leyendas de Santos y eso ¿por qué con ocho años? ¿esperamos que se vuelvan Santos los niños de ocho años? Es el tiempo en que muchos niños se dan cuenta “yo no soy tan bueno como los otros, conmigo, por mí, tanto no están satisfechos. Y me dicen: esto no lo hagas, portate bien, hacé esto” Y ahí escuchan leyendas una detrás de la otra, de gente a la que le iba igual que a ellos cuando eran niños, se portaban mal, contestaban mal. Francisco gastó el dinero de su padre con prostitutas, él era un niño de casa rica y los padres no estaban tan entusiasmados y los maestros tampoco estaban entusiasmados, pero el maestro que cuenta la leyenda lo puede dosificar y uno así se vuelve Santo. Los chicos se dan cuenta “ah, si este pudo, yo también” da esperanza. Toman imágenes, visiones, posibilidades y si se sabe que en la vida algo puede modificarse “quizás en mí también”. Prohibiría los medios a esa edad, los neurofisiólogos dicen que el cerebro recién está maduro a los once, doce años, ahí ya no daña tanto. Lo ideal es a partir de dieciséis, porque recién con dieciséis uno empieza a pensar en forma autónoma, antes no se puede, con catorce uno todavía piensa en forma dialéctica: siempre lo contrario del adulto, todavía es dependiente, no es independiente. Con dieciséis aparece como un rayo “¿qué es verdad?, ¿cómo hablo con el otro?, ¿por qué no lo quiero?, ¿no tengo razón? Uno comienza a preguntarse y preguntarse y ahí el pensar tiene su nacimiento. De pronto uno no tiene más contestaciones sino preguntas, entonces en casa también hay buenas conversaciones. El cerebro está maduro para pensar, con doce está maduro para hablar, y con siete, u ocho está maduro en lo corporal, uno se vuelve habilidoso, con destrezas. Y el curriculum Waldorf ofrece a aquellos que no tienen sus hijos en la pedagogía Waldorf ideas e indicaciones a través de la cultura. Todavía estoy esperando la página web: “Pedagogía Waldorf para todos”, con buenas ideas para todos.

– Usted habló de terapia del habla y quería preguntarle si es formación del habla o si es el contenido de lo que se dice, si es psicológico, si es una terapia adecuada para la depresión.
– La terapia del habla desde la mirada antroposófica es practicar en los diferentes planos aquello que el paciente necesita, no es psicología. Uno necesita una buena conversación, por ejemplo un ejercicio podría ser una comunicación consciente con reglas determinadas, conducida. Y puedo aprender a comunicarme sin violencia, puedo hablar en forma sincera, lo que yo siento. Eso también ya puede ser terapéutico. También puede ser terapéutico trabajar en las herramientas de mi propia habla, porque el hablar bien articulado genera que se regule la respiración, por ejemplo si practico el hexámetro eso regula la respiración. También otras poesías, por ejemplo elijo un ritmo que estimule o tranquilice la vida anímica. Esto por ejemplo opera diferente (dice algo en alemán muy tranquilo) ¿se dan cuenta? Esto era tranquilo. El habla toma el sentimiento, despierta emociones y nos ayuda a modelarlas, entonces el yo despierta en el alma y comienza a trabajar. Tiene pensamientos nobles, bellas palabras. Uno de pronto está activo culturalmente consigo mismo, y el habla a uno lo lleva a otra esfera y esa abre el alma al cielo. Otro quizás quiera aprender a rezar y no quiera ir a ver al sacerdote, lo puede hacer también con el terapeuta. Quizás el resultado de la terapia del habla sea que quiera volver a la iglesia porque de pronto adquirió otro significado. Por ejemplo la terapia del habla puede ser una terapia del drama, que uno teatralice algo con el terapeuta, que tenga un diálogo verdadero, agresivo, amoroso. Puede ser muy diferente, quizás porque uno está demasiado estructurado y quiere practicar la transformación. Siempre tengo que ver dónde está parado el otro, voy a apelar a su yo, apelo a contenidos inconscientes, religiosos, tiene una búsqueda de camino interior. Quiero ayudarlo a poder sobrellevar violencia verbal, o el sentirse siempre replegado, tengo el valor de poder decirle algo al otro. Es otra forma de violencia si yo siempre soy víctima hago violencia conmigo misma, me lastimo a mí misma, tengo que practicar mostrar los límites y protegerme, que yo aguante si al otro una vez no le gusto yo. No puedo gustarles a todos siempre, tengo que poder decir “sí” y también “no”, algunos aprenden en la terapia del habla a decir “no”, formularse a sí mismos.

Uno busca rituales, ¿cómo se aprende a leerle en forma bella a los niños? Por ejemplo si se cuentan cuentos de dragones malos Rudolf Steiner recomienda que uno lo cuente en forma épica muy tranquila, no dramático que todo se vuelva terrible. Se puede aprender cómo uno debe leerles a los niños, cómo uno debe relatar, cómo algo trabaja adentro, uno dice de memoria oraciones para la mesa y las puede decir de tal forma que los niños también las digan y no las encuentren aburridas. O se pueden practicar consonantes o vocales y uno aprende realmente a hablar bien y a respirar bien. Por ejemplo la terapia del habla puede ser una vía para practicar hacia una profesión de exposición: médico, maestro, sacerdote. Cuando estas personas hablan bien es una bendición, y qué pena cuando no lo hacen bien, es avergonzante, o cuando uno necesita micrófono y no puede hablar a viva voz y se vuelve artificial, no está el hablar directamente.

-El buen humor, incluirlo en el habla, ¿puede ser una buena medicina?
– Sí, en 9no. llega la época del humor en la pedagogía Waldorf, y ahí se trata de aprender a dominar el humor. Es muy importante tener a mano unos buenos chistes porque no hay otra cosa que obre soltando, en situaciones tensas, más que un buen chiste. Y este también es un regalo del habla y no solamente despierta al espíritu noble sino al alegre. La época del humor es el 9no. pero el maestro debería tener humor desde el jardín de infantes, es decir los adultos necesitan humor si quieren educar. Pero un joven de quince años requiere el humor y si no lo tiene aún lo tiene que aprender, por eso ahí está la época en que lo tiene que aprender.

– Yo escucho muchas veces hablar de las entidades que se crean en el habla, no sé si hay algo más para decir. Las entidades que se crean con la palabra, con las malas palabras ¿qué sucede con esas entidades? Si uno las transforma, si las entrega.
– El habla nos abre al misterio del ser humano, hay palabras para Dios y los mundos angélicos, para el diablo y todos los demonios. Si tenemos las palabras es porque todo eso existen y el habla nos despierta a ellos y nos enseña a preguntar por la realidad. Y la respuesta a esta pregunta difícil, es que si el desarrollo humano de verdad se dirige hacia la libertad, y los tres ideales crísticos son verdaderos: verdad por el pensar, ahí tengo que sobrellevar la mentira; el amor por el sentir, ahí tengo que sobrellevar el desinterés y la falta de amor y aprender a manejar la envidia y los celos. La envidia es un demonio terrible, también el odio, tiene algo destructivo, enorme. Y lo tercero es la libertad, el ideal por la voluntad. La falta de libertad es lo peor para el ser humano, estar en la cárcel es lo peor. Si esta meta de desarrollo no la tuviéramos, no tendríamos la posibilidad de orientarnos entre Dios y el diablo y poder decidir nosotros mismos qué palabras tomamos en nuestra boca y a qué espíritu queremos servir. Cada ser humano debe responsabilizarse, por eso Rudolf Steiner dice que si queremos educar niños que están aprendiendo a hablar el maestro debería practicar la conciencia acerca de la palabra, para volverse sensible a la palabra porque cada palabra es un potencial creativo.

Quiero terminar con el lema pero también quiero antes llamar la atención sobre algo. Existe también en castellano el calendario del alma: un lema para cada semana y ahí uno es como un niño que no entiende nada, y si ustedes lo leen todos los días de todas las semanas y van cambiando de semana en semana, después de siete años van comenzando a entender un poco. Y uno aprende a conocer tan lindas palabras y pensamientos que pareciera que el cielo se abre a eso nuevo que uno aún no entiende. Hay siete semanas en el año, algunas en agosto y la mayoría alrededor de Navidad en total siete en donde aparece “la palabra”. Y me di cuenta que es una serie y que la misión es entender la palabra, un camino en siete pasos. Es muy corto si lo quiero leer, como un cuento incompresible de las buenas noches.
Primero el lema del comienzo:

“A quien comprende el sentido del habla,
se le revela el mundo en imágenes.
A quien escucha el alma del habla,
se le abre el mundo como ser.
A quien vivencia el espíritu del habla,
le regala el mundo la fuerza de la sabiduría.
A quien pueda amar el habla,
ella misma le otorga su propio poder.
Así quiero dirigir el corazón y el sentido
hacia el espíritu y el alma del verbo,
y en el amor hacia él
percibirme del todo a mí mismo.

El primer verso donde aparece la palabra es del 30 de junio hasta el 6 de julio:
Y estando en las alturas de los sentidos,
enciende en las profundidades de mi alma,
desde mundos ígneos espirituales, la palabra veraz de los dioses:
Presintiendo, busca en los cimientos espirituales
encontrarte emparentado con o espiritual.

El próximo es el pasaje entre julio y agosto:
Habla el verbo del mundo,
que puede a través de portales de los sentidos,
a cimientos del alma conducir:
Llena tus profundidades espirituales
con mis vastedades del universo,
para encontrarme alguna vez en ti.

Del 4 al 10 de agosto:
¿Puedo el alma expandir,
para que ella misma se aúne
al concebido verbo germen del mundo?
Presiento que debo encontrar la fuerza
de hacer digna el alma,
de formarse en vestido espiritual.

Es el segundo adviento, del 8 al 14 de diciembre:
En las profundidades de mi ser habla,
impulsando hacia la manifestación
enigmáticamente el verbo del mundo:
Llena las metas de tu trabajo
con la luz de mi espíritu,
para ofrendarte a través de mí.

Cuarto adviento, del 15 al 21 de diciembre:
Llevar luz espiritual a la noche cósmica invernal,
aspira dichoso el impulso de mi corazón,
para que lucientes gérmenes del alma
en los orígenes cósmicos se arraiguen,
y la palabra de Dios, en la oscuridad sensorial,
resuene, glorificando todo existir.

Y ahora la Navidad:
Siento como liberado del hechizo,
al Niño del Espíritu en el seno del alma:
él ha con claridad de corazón
procreado el sagrado verbo del mundo,
el fruto celestial de la esperanza,
que jubilosamente crece en las lejanías del mundo
desde el fondo divino de mi ser.

Epifanía, el 5 de enero:
Y estando en las profundidades del espíritu,
se llena, de mundos de amor del corazón,
de mis peculiaridades la vana ilusión,
el fondo de mi alma
con la fuerza ígnea de la palabra del mundo.

Muchas gracias.

FUENTE: Medicos Escolares