Es increible como noda cambio, las publicidades de los años 50 y las de hoy siguen utilizando la misma técnica para convencernos de consumir un producto, fuera de toda teoría sobre esta sociedad consumista, no solo queda en evidencia como nos siguen mintiendo a cara descuebierta, sino que lo peor de todo es como nos dejamos engañar. Porque el que va y compra el producto es uno. Esta en cada uno el despertarse y empezar a pensar pos si ismo y no comernos la falsa idea de que somos libres cuando elegimos seguir creyendo. “La mayoría de los médicos prefiere fumar Camel”. La campaña, lanzada a mediados de los años 40 por la compañía de RJ Reynolds, aseguraba que “decenas de miles de doctores” de todo el país preferían fumar Camel antes que cualquier otro cigarrillo.

Desde los años 20 hasta bien entrados los 50, las compañías tabaqueras utilizaron la imagen de médicos y profesionales sanitarios sin ningún empacho. En numerosos carteles y anuncios de publicidad aparecían doctores y enfermeras dándole al fumeque y recomendando las excelencias de determinada marca. “Cuida tu salud, fuma Chesterfield”, ‘L&M, justo lo que el médico te mandó”

Antes le creiamos a los medicos ahora les creemos a los artistas de televisión.