En ocasiones pedimos un presupuesto por la creación de una web y lo consideramos caro por ser un importe alto y ya está. El coste de una web hay que valorarlo por ¿cuántos clientes puedo conseguir con esa web?
Lo que debemos analizar es el número de ventas que debo realizar para recuperar el coste de la web. Si lo vemos desde esa perspectiva, nos daremos cuenta de que el precio de una web se mira como una inversión, no como un gasto.

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